
El Cielo según San Juan Bosco
San Juan Bosco relató un sueño que dejó sin aliento a sus jóvenes del Oratorio. De pronto se vio en una inmensa llanura azulada como cristal, llena de jardines indescriptibles: flores y frutos con colores nunca vistos, árboles con hojas de oro y ramas de diamante, resplandeciendo con luz propia.
En medio, surgían palacios tan majestuosos que, según Don Bosco, ni todos los tesoros de la tierra bastarían para construir uno solo. Y mientras contemplaba aquello, escuchó una música celestial: miles de instrumentos y coros unidos en una armonía perfecta que llenaba de gozo.
Entonces apareció Santo Domingo Savio, vestido de blanco y resplandeciente, para decirle que aquello no era aún el Paraíso, sino apenas un reflejo natural de lo que Dios tiene preparado para los justos.
El Cielo es plenitud, maravilla y alegría eterna en Dios. Vale la pena vivir para alcanzarlo